viernes, 25 de noviembre de 2011

Querido Imbécil.

Querido imbécil:
Ya te lo decía Pérez Reverte en otra carta con el mismo título que esta, a la que parece que no le prestaste demasiada atención.
Los coches son caballos de hojalata que devoran a su propio jinete.  Las emociones fuertes que se buscan con alcohol y gasolina, acaban siendo fuertes portazos.
Cuando la voz del surtidor  dijo eso de: “Gracias por repostar con nosotros, le deseamos un feliz viaje...”, os reíais de lo absurdo que parecía.  Lo absurdo y lo inesperado siempre son compañeros de viaje, hasta que este termina. 
Somos tan frágiles que te temblarían las manos si lo supieras.  Todo cuanto tenemos, que parece tan sólido y tan valioso y tan definitivo, se va al carajo en un soplo, en un segundo y al menor guiño del azar. 
Anoche ingresaste en la UCI.  Detrás de ti, dejaste algunas puertas cerradas.  Que curioso, verdad, con solo veinticuatro añitos y “tantas cosas por NO hacer”.

Repasemos: Del brazo te curarás, aunque lo notarás en los cambios de temporada pues ese tipo de fracturas se hace recordar.  Eso sí, antes, pasarás por quirófano un par de veces y cuenta con que no se te infecten los puntos.
La herida de la pierna, tampoco fue para tanto.  Un trozo de tibia menos y unos musculitos bien desarrollados con unas horitas de gimnasio, en los que no tendrás que invertir más pelas.  Pero no te preocupes por eso; para ir en silla de ruedas, tampoco los necesitarás. Las fracturas vertebrales son muy puñeteras y bastante oligocéntricas, les gusta llamar la atención y anular lo que de ellas dependa.
No deberás volverte a preocupar porque la tengas pequeña; ahora, si que no importará el tamaño.  Espero que la hayas disfrutado lo suficiente porque tu novia, desgraciadamente, tampoco volverá a pedirte “más y más”.  Cuando te recogieron a ti, la dejaron bien abrigadita con una manta por encima.

Vaya batallita para contarle a los nietos, de los otros (porque tú no podrás tenerlos)
Bueno, pensándolo bien, tampoco se sabe aún si podrás hablar o no.  Del trompazo del coco no pueden saberse, aún,  las consecuencias que tendrá.  Ten paciencia, habrá que esperar un poquito.
Eso sí, recuerdos tendrás.  No necesitarás hacerte otro tatuaje para marcar diferencias.  Conservarás para siempre un boquetito en la garganta y las marquitas de 112 puntitos de seda repartidos por tu body.  Por los de la cabeza no hay que preocuparse porque el pelo  los tapará cuando crezca.  Los de dentro se reabsorben solos, así que ni caso.  Eso si, los de la cara y la frente, ni el cirujano de la Yola Berrocal te los podrá disimular.
De todas formas, igual nos estamos precipitando pues te quedan unos diitas de UCI y todavía no tienes tan claro que no te vayas a reunir con tu novia.  Desgraciadamente, no podrá ser en el pisito ese tan mono que habíais comprado entre los dos y que ahora se quedará el banco.
Del coche, te quedaban unas letras y si sales de ésta, tendrás que pagarlas, o mejor tu mami y tu papi porque como ahora estabas parao..., no sé yo si te quedará alguna paguilla.  De arreglarlo, ni hablar, se quedó como un acordeón desafinao.
Tus padres llegaron al par de horas.  Él, no habló nada.  En sus ojos llorosos se atisbaba una gran impotencia.  Después se desahogó llorando cuando me dijo que te había regalado la entrada del carro.

Tu madre, no paró ni un momento.  Después de tirarse diez minutos de rodillas al lado tuyo, empezó a contarte lo mucho que te cuidaría.  “Con lo bueno que tú eras...”. 
Lo que pasa es que la pobre ya está mayorcilla y con sus achaques...,   Lo que más le preocupaba era qué pasaría contigo cuando ella no estuviera; porque no cualquiera, por muy hermano o cuñada que sea, le limpia las babas y la mierda a un pobrecillo inválido como tu.
Quizás para ese día los del SOE hayan ganado de nuevo las elecciones y con la política social que prometían no recortar, hayan abierto residencias para imbéciles como tu...  Y como yo.

Que tengas un buen viaje. Decía el surtidor.


José Manuel Velasco 

domingo, 20 de noviembre de 2011

¿Hay alternativas? Pos claro, pero no todas valen...







Cansado de oír gilipolleces amedrentadoras y acojonantes, me propongo disfrutar de otras visiones más alentadoras y positivas: los autores de este libro piensan “que se pueden hacer otras cosas distintas a las que proponen la patronal, los banqueros, los directivos de los bancos centrales y los políticos que comparten con ellos la ideología neoliberal.”


 
 

sábado, 19 de noviembre de 2011

Contra el poder

Contra el poder que nos enseña sólo aquella mitad

contra el poder que nunca abraza a los que pueden pensar

que debilita y nada da que sólo quita

contra el poder que nos obliga a engañarnos

contra el poder que no descansa y se detiene a beber junto a las fuentes del sabor y el deseo



viernes, 4 de noviembre de 2011

Dicen que la distancia es el olvido.


Dice la copla que la distancia es el olvido. Probablemente la distancia que, pasada la campaña electoral, separa a los ciudadanos de sus representantes propicie la ruptura del romance establecido durante los quince días de ligoteo previos a las elecciones.
Ese distanciamiento que se produce con los electores, se hace también patente entre los gobernantes y sus propias bases, haciendo más difícil aún obtener la credibilidad y confianza que demandan.
Acabamos de entrar en periodo de cortejos. Sin complejos y sin ruborizarse lo más mínimo algunos, preparan sus mejores galas y calientan motores para iniciar una etapa más en su carrera como si de la vuelta ciclista se tratara. Si penosa resulta la campaña por la cantidad de idioteces que se vierten desde todos los bandos, más penoso aún resulta este momento previo, en el que se trata de recuperar el tiempo perdido durante los últimos cuatro años, procurando recomponer un mensaje y rehacer una estructura que se empeñarán en mostrarnos como agrupación cohesionada y feliz.

En política, como en casi todos los órdenes de la vida, uno tiene el valor que le dan los demás y eso hay que ganárselo. El problema, afortunadamente para algunos, es que el baremo para establecer esos valores no está claro ni se aplica uniformemente. Otro gallo cantaría si tuviéramos un poquito de memoria y les recordáramos a los candidatos las promesas incumplidas en anteriores intentos de llevarnos al huerto. O lo abandonados que nos hemos sentido viéndolos venderse a los mejores postores obviando las demandas y peticiones que el pueblo les hacía.

Yo echo en falta a unos candidatos que no nos tomen por tontos, que se dejen de mensajes ambiguos y demagógicos para exponer claramente sus intenciones y también sus limitaciones. Candidatos que una vez en el poder no guarden el programa en el cajón sino que lo mantengan encima de la mesa y en el tablón de anuncios para ir tachando los pasos dados.
Y la jornada de reflexión, que se la ahorren. ¿O es que acaso no hemos tenido tiempo de reflexionar desde las últimas elecciones?
                                                                                


José Manuel Velasco Bueno.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Nos van a saturar... hasta donde nos dejemos.

“Es frecuente hablar y escribir de modo rutinario, sin tener cosas que decir, ni buen gusto, ni conocer el valor de las palabras, cuando no para embaucar, ...
...en vez de hablar y escribir únicamente para informar, educar, instruir y deleitar”.
Farreras P. Med Clin (Barc) 1943; 3: 213-215.